jueves, 7 de noviembre de 2013

14 de Noviembre, 19 horas. Inauguración de una nueva sala de exhibición Patrimonial "Instrumentos Musicales Notables" del MIFB

 
 
 
14 de Noviembre, 19 horas – Palacio Noel, Suipacha 1422
Inauguración de una nueva sala de exhibición Patrimonial
Instrumentos Musicales Notables
Colección del Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco

"Celebrando la recuperación y puesta en valor de la colección de instrumentos musicales
más importante del continente"
El Museo Isaac Fernández Blanco y la Música
Por Jorge Cometti (Director del MIFB)

Es quizás un hecho poco conocido que el acervo artístico del Museo de Arte Hispanoamericano de la Ciudad de Buenos Aires iniciara su conformación a partir de una colección de instrumentos musicales. Efectivamente, Isaac Fernández Blanco adquirió durante largas estadías en Paris a principios del siglo XX, importantes instrumentos de cuerda y arcos, iniciando así una interesante colección que incrementó en Buenos Aires comprando otros instrumentos y que complementó luego con exquisitos objetos de arte virreinal y republicano: pintura, platería, imaginaría, mobiliario, textiles y numismática. En el año 1923 donó a la Ciudad sus colecciones y su casa, ubicada en la calle Hipólito Irigoyen al 1400, que poco tiempo antes había convertido en el primer museo privado de la argentina.

Fachada Casa Fernández Blanco, circa 1920 / Retrato de I. Fernández Blanco. Óleo. León Bonnat / Sala de Música de I. F. Blanco, circa 1920
 
 
Tras la muerte de este gran amante de la música, la institución que hoy lleva su nombre fue trasladada al Palacio Noel perdiendo aquella casa histórica y desplazando su interés temático hacia las artes aplicadas virreinales, relegando a esa pequeña pero importante colección de instrumentos musicales. Finalmente, en la década de 1950, los instrumentos fueron remitidos en préstamo temporario al Teatro Colón donde fueron exhibidos hasta el año 2007 con un criterio museográfico desactualizado y no exentos de problemáticas como resultado de malas condiciones de conservación, esperables en un espacio no preparado para el quehacer museológico. Sin embargo, el violín personal de Isaac Fernández Blanco, el más interesante de este conjunto, permaneció en los depósitos del museo durante décadas, oculto y casi olvidado al paso del tiempo. Se trataba del violín más amado por este coleccionista y músico aficionado, un Guarnerius del Gesù de 1732, pieza que por su calidad y estado de conservación se erige hoy como uno de los instrumentos más importantes del mundo de autoría del célebre luthier de Cremona.
Fachada del Palacio Noel, circa 1940. Foto de Horacio Coppola.
A comienzos de nuestra gestión al frente del museo, cumpliendo con la premisa de trabajar todos los aspectos temáticos de acervo artístico, iniciábamos los trámites y acciones necesarias para recuperar los instrumentos musicales otorgados en préstamo durante décadas. En el año 2007 logramos finalmente ese objetivo, reinsertando en la vida institucional una colección que nuestra entidad olvidó durante 50 años, comenzando una política para su investigación, restauración, puesta en valor y exhibición.
Haber hecho posible este anhelo obedece a dos antecedentes fundamentales. La recuperación de la Casa Fernández Blanco, su puesta en valor y reconversión como segunda sede dedica a la difusión de las artes aplicadas internacionales de los siglos XIX y XX, es la primera de ellas. La segunda es la enorme tarea cumplida por el Museo en el campo musical, labor que lo ha convertido en un importante referente para la música de cámara en Argentina, un impulsor de jóvenes talentos y un actor importante en la investigación y difusión de los repertorios del barroco americano. Esta vigorosa actividad artística generó la conciencia y necesidad de recuperación de su colección de instrumentos musicales, arraigando esa nueva dimensión musical institucional en el imaginario del público de nuestra ciudad como pertinente e imprescindible, ligándola ya definitivamente a la identidad del Museo.
Conciertos de las temporadas musicales del Palacio Noel y la Casa Fernández Blanco.
La investigación del acervo, el rescate de estos instrumentos para la vida sonora y los preparativos para su exhibición que hoy iniciamos, reconocen un impulso fundamental en la incorporación de dos curadores invitados, profesionales que han aportado ad-honorem su labor maestra: Pablo Saravi y Horacio Piñeiro. El primero de ellos en su rol de historiador, organólogo y eximio violinista, el segundo como restaurador precedido por un enrome prestigio internacional.
El Museo ha puesto a su vez al servicio de este proyecto de recuperación patrimonial un entusiasta equipo interdisciplinario formado por musicólogos, museólogos, museógrafos conservadores y gestores culturales, quienes desarrollan diariamente las labores técnicas necesarias para la custodia, investigación y difusión de este acervo, preservándolo para las generaciones futuras.
La Colección de Instrumentos Musicales
del Museo Fernández Blanco
Por Pablo Saraví

La colección de instrumentos musicales del Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco reúne un importante número de piezas de enorme valor artístico e histórico. El grupo cuenta con instrumentos de cuerda frotada, cuerda punteada, viento y teclado. La inauguración de una sala de exhibición dedicada exclusivamente a los antiguos instrumentos de la familia del violín constituye un hecho de singular importancia. Se trata de un conjunto de piezas que, por su número y calidad, es único en Latinoamérica, y puede compararse favorablemente con importantísimas colecciones de instrumentos de algunos pocos museos en el mundo. En esta exhibición se presentan ejemplos de la luthería clásica italiana, ya que todos los instrumentos que se presentan fueron construidos en aquel país, salvo el caso de los manufacturados por Camillo Mandelli, gran luthier italiano que viviera en Buenos Aires durante las dos primeras décadas del siglo XX y que fuera el primero contratado por el Teatro Colón tras su inauguración en 1908. Italia ha mantenido su supremacía como nombre vinculado a la calidad y prestigio de los instrumentos de arco. Desde que los primeros violines conocidos fueron construidos por el gran Andrea Amati en Cremona en la segunda mitad del siglo XVI (c.1560), se hicieron tan populares que no tardaron en llegar allí encargos desde diversas ciudades y cortes de Europa. La familia Amati continuó la tradición hasta la década de 1740, pero ya en el siglo XVII, el célebre Nicola Amati, nieto de Andrea, había formado -o influído directamente- a un valioso grupo de artesanos, entre los que se encontraban Andrea Guarneri, Francesco Ruggieri, Giovanni Battista Rogeri y el celebérrimo Antonio Stradivari. Entre los miembros de la familia Guarneri, se destacó Bartolomeo Giuseppe (1698-1744), conocido como Guarneri del Gesù, uno de cuyos instrumentos, construido en 1732, es la "estrella" de la colección del MIFB. Puede decirse que la labor de Andrea Amati fue como una especie de Big Bang a partir del cual se construyeron –como reflejo de un verdadero furor- instrumentos de la familia del violín, no sólo en Italia sino también en otros países donde los luthiers locales copiaron o imitaron los instrumentos que traían los músicos de sus viajes. Compositores y virtuosos violinistas como Corelli, Vivaldi, Veracini, Locatelli y Tartini, entre muchos otros, desarrollaron nuevas técnicas que se difundieron por toda Europa. Paralelamente a ésto nacieron diversas escuelas de luthería, que ajustaron sus modelos, generalmente nacidos del de Amati, a sus gustos locales. En Europa en general y en Italia en particular, era común en las artes y oficios, que los hijos –generalmente los mayores- continuasen la labor paterna. Es así como se forman las llamadas "dinastías" de luthiers, como la de los Amati, que duró casi doscientos años, la de los Guarneri, la de los Ruggieri, la de los Bergonzi, la de los Guadagnini (más larga aún que la de los Amati, ya que se extendió de c.1740 a 1948) y varias otras fuera de Italia. Los países que más produjeron instrumentos de la familia del violín, sin incluir la península itálica, fueron Francia, Alemania, Austria, Bohemia (hoy República Checa), Inglaterra, los Países Bajos y en menor medida, España. A partir del siglo XIX, Hungría y Polonia y otros países como EEUU y Rusia, sumaron un buen número de artesanos constructores de violines. Y ya en el siglo XX, con las escuelas internacionales de luthería de Cremona y Milán (Italia), Mittenwald (Austria), Mirecourt (Francia), Salt Lake City (EEUU), Newark (Gran Bretaña), Tucumán (fundada por el excelente luthier italiano Alfredo Del Lungo en la década de 1940), Querétaro (México) y varias otras, el futuro de esta gran artesanía parece asegurado. La política institucional de exhibición de la colección, de su utilización sonora en condiciones museológicas adecuadas –como sucede en otras grandes entidades internacionales que atesoran instrumentos musicales históricos– y la difusión del conocimiento de las técnicas constructivas y las características especiales de cada uno de los instrumentos facilitarán –tanto a los luthiers contemporáneos como a los de futuras generaciones– modelos claros y precisos de la luthería clásica italiana, como para poder imitar o comparar con sus propias producciones. Resulta destacable la labor que la Dirección del Museo Fernández Blanco y su equipo han desarrollado a fin de rescatar y poner en valor esta extraordinaria colección, conformando un equipo multidisciplinario que integran gestores culturales, museólogos, museógrafos, musicólogos y conservadores, quienes con paso firme y analítico desarrollan sobre estos instrumentos una gestión museológica digna de resaltar. Como reflexión final, estoy convencido de que esta nueva sala que exhibirá la maravillosa colección de Instrumentos Musicales MIFB será un verdadero motivo de orgullo, no sólo para la Ciudad de Buenos Aires, sino también para el resto de la República Argentina.
Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco
Colección de Instrumentos Musicales Notables
Equipo curatorial
Curadores permanentes
Jorge Cometti | Gestión museológica
Leila Makarius | Musicología
Patricio López Méndez | Museografía
Fabián Pieruzzini | Conservación
Gustavo Tudisco | Registro

Curadores invitados
Horacio Piñeiro | Restauración
Pablo Saraví | Historiografía y organología

 
 

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