Mis días sin Victoria
(“un diario que escribí para salvarme”)
Un amor lésbico frustrado, tres intentos de suicidio y la destrucción de una obra anterior son parte de un relato que descarna la realidad y la ficción.
Una conferencia performática es el medio para contar, en primera persona, esta historia de una frustración amorosa. Belén Arena comparte y relata a los asistentes lo ocurrido aquel enero de 2015. Una reflexión sobre el cuerpo, la danza, la sexualidad, la muerte, la marginalidad y el deseo. Una impiadosa crítica al reconocimiento académico y la consagración en el mundo del arte.
Luego de dos temporadas en el Club Cultural Matienzo, una como performance dirigida por Marina Otero y otra como obra, Mis días sin Victoria se presenta ahora en el Centro Cultural Recoleta, en el marco del Ciclo Radar.
Radar es el Ciclo del Cultural Recoleta que apunta a visibilizar y potenciar el trabajo de los jóvenes creadores sub30 en distintas disciplinas: Artes Visuales, Artes escénicas, Música, Cine y Literatura.
Temporada 2017
jueves 9 de marzo a las 21hs
Funciones: jueves y viernes a las 21hs
Dónde: Centro Cultural Recoleta
Dirección: Junín 1930, CABA
Entradas: $120. Descuento del 50% para espectadores sub-30
Duración de la obra: 75 minutos.
Trailer: https://vimeo.com/206187445
Sinopsis
"Mis días sin Victoria es un diario que escribí para salvarme de la obra que nunca pude hacer porque me enamoré de la intérprete, del viaje a Santa Teresita que hice con ella, del mes en que me dejó, de mis intentos de muerte. Escribí un diario con el alma consumida, y la creencia absurda de que todo esto sería en pos del arte"
MDSV es la puesta en escena del diario personal de Belén Arena. Un amor lésbico frustrado, tres intentos de suicidio y la destrucción de una obra anterior son parte de un relato que, entre vinos, papas fritas, chizitos y boleros, descarna la realidad y la ficción.
Ficha artístico técnica
Texto, Interpretación y Dirección: Belén Arena
Intérprete, Asistente Creativa y Colaboradora Artística: Fiorella Álvarez Vleminchx
Performers invitados: Manuela Suárez Poch y Fernando Xavier Ibarra
Asistencia performática en escena: Gabriela de León Speranza
Boleristas: Jazmín Levitán, Florencia Tangel, Soledad Jordán
Asistente de Dirección: Manuela Suárez Poch
Supervisión Artística: Marina Quesada
Diseño de luces y audiovisual: Matías Kedak
Edición de video: Pablo Bourdette – Lux Valladolid
Diseño y realización de escenografía: Cecilia Font Nine
Diseño gráfico: Pablo Viacava
Dirección e instalación de objetos: Ina Morales
Producción: Azul Masseilot y María Paula Lonegro
Prensa & Difusión: Simkin & Franco
Sobre el trabajo de puesta:
La puesta en escena de MDSV propone “dar vuelta el teatro”, es decir, invertir el lugar del espectador y el artista, poniendo al espectador en el escenario y desarrollando la obra en espacios que usualmente no son visibilizados: las butacas, la cabina de técnico, y en el caso particular de la Capilla del CCR, los palcos donde cantaba el antiguo coro de la iglesia. Nos interesa trabajar en un sentido de extrema crudeza con el espacio real, no generar un espacio de ficción en el teatro, sino visibilizar que estamos en un teatro y trabajar la ficción desde esa realidad. Asimismo, al estar “en escena”, colocamos al público en un lugar de exposición poco usual, y nos dirigimos hacia ellos mirándolos a los ojos, trascendiendo el concepto de “cuarta pared” hacia una comunicación directa y sin filtros.
Un diario personal que devino obra de teatro
“Esta obra surgió a partir de otra obra que nunca pude hacer porque me enamoré de la intérprete. Durante el proceso de montaje de esa obra anterior, decidimos realizar un viaje de experimentación donde viviríamos 48hs en la ficción del personaje, en Santa Teresita, la intérprete y yo. Durante el viaje me enamoré de ella, y ya de vuelta en Bs As ella me dijo que había estado poseída por el personaje y que nada de lo sucedido había sido real. Ella se fue de viaje durante un mes y no hablamos más, en ese mes escribí un diario y tomé clonazepam. La obra que nunca pude hacer, y su personaje, se llamaban Victoria. El diario que escribí, Mis días sin Victoria.
Realicé una performance homónima basada en el diario y dirigida por Marina Otero, en el Club Cultural Matienzo en junio de 2015. Luego de un año de haber caído en una depresión, decidí reestrenar la obra también en el Matienzo, en junio el 2016, y esta vez dirigida por mí, e integrando a Fiorella Álvarez Vleminchx para que represente a Victoria. Me basé en la performance para crear la obra, la performance había sucedido en un aula pequeña donde pusimos mesas ofreciendo una merienda, para la obra me ofrecían el espacio del auditorio: un teatro, con butacas. No quería que lo que me pasó se convierta en una obra de teatro, quería seguir contando lo que me pasó cerca del público, sin perder la realidad del espacio donde estábamos, sin entrar del todo en un espacio de ficción.
Decidí entonces "dar vuelta el teatro": dispuse al público sentado con sillas en el "escenario", y realicé la obra en las butacas, el espacio de los técnicos, las escaleras, y lo que quedaba libre del escenario para bailar muy cerca de la gente. Durante la obra propuse ofrecer al público vino y una picada, como si asistieran a un cumpleaños, un funeral, una celebración. Detrás de ellos instalé un "altar", con objetos representativos de mi vida y de la obra. Como estaba obsesionada con Frida Kahlo, propuse que ella sea la anfitriona del encuentro, que sirva el vino, acomode a la gente (Gaby Speranza, mi asistente, se parecía mucho a ella y cumplió ese papel).
Para mantener la realidad del espacio, que la gente se sienta y esté en un teatro, decidí mantener las luces de sala encendidas, no utilizar jamás un "apagón", y sólo para los momentos de recordar escenas del pasado, planteamos luces "ficcionales", que acompañen el clima del recuerdo.
Cada vez que finalizó la obra, casi todas las personas sentían la necesidad de despedirse de Fiorella y de mí, como si se estuviesen yendo de un evento íntimo, personal. Las últimas funciones, las terminamos poniendo cuartetos viejos y bailando entre todos. Así fue Mis días sin Victoria, y ahora seguimos trabajado en conservar la cercanía, la intimidad y lo personal en un espacio tan grande como el Centro Cultural Recoleta”.
Belén Arena es bailarina, performer, escritora y docente. Se formó en la Universidad Nacional de Arte (UNA), en Proyecto FACE y en la Escuela Nac. de Danza. Participó de workshops con Lola Arias, Silvio Lang, Grupo Krapp y la Compañía Nac. de Danza Contemporánea.
Asiste los laboratorios de investigación de Pablo Rotemberg y de la obra de Marina Otero: Recordar 30 años para vivir 65 minutos. En 2016 publicó su primer libro, Mis días sin Victoria (MDSV). Sus obras/performances, Muerte en Abril, Ritual, entre otras, se presentaron en diversos espacios y festivales. MDSV participó del Festival LODO 2015/2016, recibió el Premio Estímulo - LEM, fue seleccionada en el Festival ESCENA 2016 y está subsidiada por el INSTITUTO PRODANZA.
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