Presenta
"Relatos Gráficos"
Ernesto Pesce, Jorge Garnica, Diego Perrotta y
Matías Waizmann.
Cuatro grandes dibujantes
argentinos son los protagonistas convocados por
la Galería Gráfica Gestual
para su primera muestra del año.
Inauguración: jueves 9 de abril a las
19hs
Hasta el:
9 de mayo
Horario:
martes a viernes de 14 a 20 hs.
Sábados de 10 a 15 hs.
Dirección:
Arce 730 (entre Matienzo y Jorge Newbery)
Las Cañitas (C.A.B.A.)
Informes:
4779-0230//15-50434803
+info:
El arte reviste inconvenientes
para ser aceptado en el presente, en el momento
que sucede.
Para contrarrestar este concepto emergen el
lenguaje personal y la línea virtuosa de los
cuatro grandes dibujantes seleccionados para la
muestra “Relatos Gráficos”.
La naturaleza supra terrestre de Garnica,
con sus grafismos conscientes, pensados, relata
el testimonio escrito de un folclore pasado,
próximo, o, aún lejano. Sus obras nos proyectan
hacia la confluencia de la alternativa desechada
y la sucesora de la simbología actual.
Jorge concibe de esta manera, una sutil
ingeniería que integra la biología, desde las
formas, y lo simbólico, logrando asociar lo
experimental a la inmensidad del detalle
resultando en una exquisita representación
poética.
Contrariamente, los personajes de
Perrotta provienen de mundos sin abecedario,
donde el artista conjuga cierta violencia
social, clavos, armas y rostros enmascarados
vociferando angustiosamente. Sus tintas barrocas
aparecen como jeroglíficos modernos de
culturas precolombinas.
Estas partituras sociales
de Diego solo parecen poder ser narradas y
reflejan la rebelión que se va gestando a partir
del trance que sucede al internalizar el estatus
habilitante de sus máscaras.
Su barroquismo nos transporta a las series
“Paisaje urbano” e “Iracundos”, de Waizmann.
La primera goza de un sincretismo que,
paradójicamente, no conoce de ismos ni
clasificaciones. Abstracción, figuración,
todo cabe en ese caos citadino sin vacío, donde
seres descastados parecen no tener escape,
algunos, o lugar, los otros. En síntesis, el
material de Matías incomoda la percepción de
nosotros mismos, con desafíos que mezclan la
sensación de caos y el control.
Los iracundos, en cambio, son entidades únicas
que nos aportan sus testimonios desde la
incomodidad social reinante, consumidos por sus
votos de redención.
Así, todos confluyen en los
relatos de Pesce.
Los enlaces de la naturaleza y la
sensualidad no se disimulan en la obra de
Ernesto y quedan abarcados en una conjugación
que devuelve el sentido más profundo de estos
cuerpos, inmersos en una delicada armonía con el
medio, el diseño y la composición. Sin afán
alguno de eternidad, compenetrados en el
presente de lo que es la poesía de la
sexualidad, el erotismo. Cada obra es el
resultado, casi quirúrgico, de un proceso en el
que parece no sobrar ni faltar nada.
Con su imaginario íntimo, los 4 logran desoír la
hipótesis inicial. El arte gráfico es presente.
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