Un poco de historia
Cuando Juan de Garay fundó Buenos Aires, repartió las tierras de la campaña que rodeaba la ciudad. Hacia el sur, que fue la zona dedicada a la ganadería se la llamó Pago de Magdalena y hacia el norte (reservada para la agricultura) se la denominó Pago de Monte Grande, estas tierras tenían como objetivo principal el cultivo de trigo para abastecer a los pobladores de Buenos Aires, por ese motivo, también se la conoció como “Tierras de Pan Llevar”.
Las
65 “suertes” o chacras repartidas, hacia el norte, medían entre 300 y 500
yardas de frente y una legua de fondo, a partir de las barrancas. La primera de
ellas estaba a continuación de la actual Plaza San Martín, en Retiro.
El actual Partido de San Isidro está construido sobre las “suertes” que iban desde la número 47 hasta la 63.
El barrio ”La Calabria” se ha levantado, sobre las chacras o suertes que llevaban los números 57, 58 y 59: la primera, propiedad del criollo Pedro de la Torre (entre las actuales calle Alsina y Don Bosco), la segunda del español Domingo de Arcamendia (entre Don Bosco y O´Higgins) y la tercera correspondía a la única mujer soltera que integró la expedición de Garay, Ana Díaz, (entre O´Higgins y Tomkinson).
Con la creación de la capilla, en honor a San Isidro Labrador (1706), el capitán Domingo de Acassuso adquirió las tierras que pasaban frente al templo que tenían casi una legua de largo y el ancho de las actuales calles Diego Palma, 3 de Febrero y Don Bosco, esas tierras, conocidas como "las Tierras del Santo" servirían, según el pensamiento de Acassuso, para producir los recursos necesarios con los que se tendría que mantener la capellanía por él erigida.
En
su testamento el capitán Acassuso declaraba a esas tierras, inajenables a
perpetuidad, reservando tanto la administración de las tierras como el
nombramiento de los capellanes exclusivamente por parte de su descendencia y no
por la Iglesia.
Su
deseo tropezó con distintos inconvenientes, un de ellos fue que la Iglesia tomó
al templo para convertirlo en parroquia y otro fue que el 27 de agosto de 1778
falleció dona Lorenza de Acassuso, último descendiente del Capitán Acassuso.
Las
Tierras del Santo pasaron al olvido y al no existir administración alguna, las
mismas fueron, poco a poco, ocupadas ilegalmente.
Debieron
pasar 150 años para que se comenzara a normalizar la situación de dichos
terrenos.
El
27 de enero de 1856, se creó la Municipalidad de San Isidro, Fernando Alfaro
como Juez de Paz fue la principal autoridad.
Hasta
ese momento se había intentado, sin éxito, cobrar un alquiler a los intrusos de
las citadas tierras. A partir de allí se recurre a las autoridades
provinciales, las que mediante una ley promulgada en 1858 y un arreglo
económico, buscan la solución al problema, el que recién en 1885 quedará
definido.
Fuera
del área urbana, hacia el oeste "las Tierras del Santo, lo mismo que los
sectores aledaños estaban destinadas,
principalmente a la explotación agrícola y un poco a la ganadería.
En
la zona existían varios tambos desde donde se aprovisionaba de leche a los habitantes
del lugar.
Las Inmigraciones
La llegada masiva de inmigrantes europeos a la Argentina fue la base del desarrollo de distintos lugares de nuestro país. Estas inmigraciones pueden dividirse en dos etapas: hasta 1870, con el arribo de ingleses, franceses y alemanes y la es la que corresponde a los últimos años del siglo IXX y especialmente a los comienzos del siglo XX. Justamente en el primer año de ese siglo, ingresaron al país 52.142 italianos, 20.383 españoles, 3.160 franceses y en menor cantidad, libaneses, rusos, polacos, etc.
Al
año siguiente, los italianos serían 60.331 y los españoles 19.010.
Hasta
1958 el porcentaje aproximado de inmigrados indicaba que el 50 % correspondía a
italianos, el 30 % a españoles y el porcentaje restante se dividía entre las
demás colectividades.
San
Isidro recibió parte de ese núcleo, mayoritariamente llegado del sur de Italia,
entre ello, un gran número de calabreses. La inmigración española también fue
masivamente importante, aunque en menor cantidad que la italiana. A estas dos
colectividades se sumaron otras, sin embargo solo citaré la libanesa, por ser
ésta juntamente con las dos mencionadas anteriormente, las que tienen sede o
representación dentro del barrio “La Calabria”.
Los
primeros extranjeros llegados a de San Isidro comenzaron a instalarse en los
alrededores del pueblo, que según planos de fines del siglo IXX, se prolongaba
desde la calle Alsina hasta Haedo, que aún no tenía nombre y se la conocía como
la calle del Cementerio, Don Bosco que en esa época se llamaba Río Bamba y la
avenida Centenario que era conocida como Santa Fe. Esta parte del pueblo
durante muchos años se la denominó “Villa Acassuso”. Sin embargo la presencia
de tantos italianos, sumado al hecho de haberse bautizado con el nombre de
Acassuso a la estación del ferrocarril ubicada entre San Isidro y Martínez,
hizo que con el tiempo todo el sector ubicado entre Alsina Rolón Tomkinson y
Centenario comenzara a conocerse popularmente como “La Calabria” – dentro de
sus límites se encuentra el Barrio Obras Sanitarias conocido popularmente como
“Las Casitas”. (*)
(*) Tenía
como misión albergar a los obreros de la empresa Obras Sanitarias
de la Nación, ubicada frente a ese barrio y que eran traídos de
distintas partes del país para trabajar en su plantas. El barrio tenía
un diseño muy particular para la época. Eran viviendas tipo chalet de
similares características entre sí.
Con el tiempo, el barrio, ha ido perdiendo su naturaleza como
consecuencia de las continuas reformas que sus propietarios fueron
realizando.
Límites del Pueblo
El
Pueblo de San Isidro comenzó a levantarse sobre lo que se conoció como las
Tierras del Santo.
Los
primeros límites del pueblo de San Isidro que se conocieron corresponden al año
1886 e indican que por esa época llegaban: al norte hasta la calle Río Bamba
(hoy Don Bosco y Primera Junta), al sur Bernabé Márquez, al Oeste costado del
Cementerio (1) (actualmente Haedo) y al este hasta el pie de las barrancas.
En
1907 se amplía el límite hasta la que se conocía como calle de la Fábrica de
Ladrillos (2), actualmente intendente Tomkinson y España), al este la estación del Bajo.
El
primitivo sector ubicado entre la Avenida Centenario, Don Bosco, Haedo y Alsina
fue Villa Acassuso, pero por distintos motivos pasó a formar parte del barrio
La Calabria, el principal sería que al inaugurarse la estación Acassuso del
FCCA, tomando ese nombre la zona que la rodeaba.
En
su Reseña Histórica de San Isidro del año 1906, Adrián Beccar Varela escribió
lo siguiente:
“La
nueva población ha continuado creciendo hacia el Sur Oeste, formándose el
barrio de “la Calabria”, cuya traza moderna y edificación reciente, le ha dado
un aspecto de pueblo independiente de San Isidro, de que lo separa, además, la
vía del Ferro - Carril Central Argentino.”
En
ese sentido, el historiador sanisidrense Jorge Tirigal, escribe en su libro San Isidro a
Algo de Nuestro Ayer:
“La Calabria; otra ciudad dentro de la gran ciudad sanisidrense”.
(1)
En 1854, se adquiere una fracción de media hectárea, en
las afuera del pueblo, par crear un cementerio público (Don Bosco y Haedo).
(2)
Sobre los límites del pueblo de San Isidro se instaló en
1870, la Fábrica Nacional de Gobierno, para la fabricación de ladrillos de
máquina, la que ocupaba el área comprendido entre Centenario, Int. Neyer,
pasaba la Av. Rolón hasta el barrio La Cava e Intendente Tomkinson.
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