lunes, 11 de mayo de 2015

ESPERANDO A GODOT, POR RUBEN PIRES.

Esperando a Godot
Una comedia absurda
Un clásico de Samuel Beckett. Con la dirección de Rubén Pires se estrena, con una nueva traducción especialmente realizada para este montaje, en el Teatro El Tinglado.  
La puesta propone crear en escena un aquí y ahora donde el ámbito de la conversación humana sea el campo de batalla, donde los personajes viven para matar el tiempo. Tratando de obtener del espectador el mayor numero de risas posibles, siguiendo la sugerencia del autor.  
La puesta cuenta con un sólido elenco integrado por Gerardo Baamonde, Carlos Lipsic, Eduardo Lamoglia, Héctor Díaz y Sebastián Mouriño. 

 Estreno para público: Miércoles 13 de mayo a las 20.30hs
 
Estreno para prensa: miércoles 20 de mayo a las 20.30 hs
 
FUNCIONES: Miércoles a las 20.30hs
 
TEATRO EL TINGLADO: Mario Bravo 948
 
DURACIÓN 90 MINUTOS
 
ENTRADAS: $150  Estudiantes y Jubilados: $100
 
 
Ficha artístico técnica
Autor: SAMUEL BECKETT
Traducción y Adaptación: RUBÉN PIRES Y HUGO HALBRICH

Actores: GERARDO BAAMONDE, CARLOS LIPSIC, EDUARDO LAMOGLIA,
HECTOR DÍAZ, SEBASTIAN MOURIÑO. 
Vestuario: MECHA URÍA

Escenografía: URÍA-MOURIÑO-LIPSIC

Asistencia de Dirección: DAII ÁLVAREZ-SEBASTIAN MOURIÑO

Prensa: SIMKIN FRANCO

Duración: 90 minutos


Consumirse en una tierra imposible bajo un cielo indiferente.
Yo no sé mas sobre Esperando a Godot que aquel que la lee con atención.
Samuel Beckett
 
 
 
 
Una pequeña reseña.
¿Por qué esta nueva traducción y adaptación?
El universo que me proponía Samuel Beckett en Esperando a Godot me convocó a ponerlo en escena. Al leer la versión de la Editorial Tusquets de Ana María Moix una y otra vez sentí la necesidad de recurrir a la obra en su lengua original ya que varios pasajes y el espíritu del material, no vibraban en consecuencia con las situaciones que planteaba dramáticamente. Al traducir las primeras páginas con Hugo Halbrich coincidimos en que los personajes decían algo parecido, pero no coincidía con el nivel de lenguaje que los personajes utilizaban. En ese ínterin, con unas treinta páginas de la obra traducidas, concurro a una clase magistral que da Sánchez Sinisterra (traductor y director de varias obras de Samuel Beckett) en el IUNA de Artes Dramáticas (hoy UNA) y al conversar con él sobre la traducción antes mencionada, coincidió con nuestra apreciación sobre los niveles de lenguaje que manejaba la obra y que lo había corroborado con un actor francés con el cual había realizado una puesta de Godot. Nos terminó de confirmar el camino que habíamos tomado. Finalizamos toda la traducción y adaptación de la obra y pedimos su autorización a los representantes legales de S. Beckett en Francia, quienes nos  la otorgaron y fue validada por Argentores para su representación en nuestro medio.
Detalle de la propuesta artística
Ante el cambio de paradigmas que nos acarrea la posmodernidad (si es que podemos llamar de alguna forma a los tiempos que corren) el universo dramático de Beckett se despliega estéril, seco, polvoriento, burlón y brutalmente irónico sobre nuestra forma de transitar la existencia.
En esta pieza Beckett comienza a producir su teatro a partir de la erosión del lenguaje y búsqueda de la desecación del mismo. Su poética es una poética de la sustracción.
La propuesta artística es representar las situaciones dramáticas desde un optimismo del fracaso. Generar una reflexión conjunta con el espectador. Provocar desde la puesta en escena un aquí y ahora, donde el ámbito de la conversación sea el campo de batalla en el cual, a partir de la acción de los personajes, se genera un nuevo sentido. Peter Brook enuncia que el teatro se construye a partir del espacio que existe entre una palabra y la otra.  En los ensayos de este material se me cruza constantemente esa imagen. El desafío entonces consistió en el cómo encarar esa estructura teatral que nos plantea Beckett, donde los personajes no tienen pasado, ni memoria fehaciente de lo que realizaron, ni existe la peripecia aristotélica. En esta puesta en escena se busca ahondar en la lingüística pragmática, y que sea más importante que lo que se dice, lo que los personajes están haciendo cuando lo dicen.
Todo análisis que encaramos terminó en la conclusión de que este material es teatro en estado puro. Donde el sentido se produce en el mágico espacio de la representación. Es inútil pretender que las palabras hablen sometiéndolas a tortuosas operaciones de análisis o estadística, o reducirlas a modelos preconcebidos para los que no fueron pensadas, como los de la lingüística, el psicoanálisis o la semiótica, es decir pretender que las palabras funcionen y no hablen, puede ser válido en el campo de la literatura que fue forjada bajo los mismos supuestos teóricos. Llegamos a la conclusión de que estamos ante un autor que desconfía de lo que las palabras tienen por decir como denotadoras de la realidad y nos propone otras vías para develar lo que está detrás de ellas, y nos propusimos responder a la invitación con un procedimiento semejante: poner en escena al material desde lo enigmático y profundo de un lenguaje entrecruzado con él mismo y con el mundo, y que solo da indicios de sus secretos.
Rubén Pires
Director-Dramaturgo-Actor-Docente:
Entre algunas de las obras que dirigió podemos citar a: El viejo criado, Hamlet, Macbeth, Ricardo II, Becket o el honor de Dios, El herrero y el diablo, Archivo Nietzsche, Seis personajes en busca de un autor, Lastima que sea una puta, Las de Barranco, Orquesta de señoritas, Canciones para mirar, Bernarda Alba,
Marat-Sade, Mozart y Salieri, El hombre de la flor en la boca, El reino del revés, El romance del Romeo y la Julieta,  Eladia quiero, Los indios estaban cabreros,  Hamlet, El señor de los cielos. Patagonia en flor (El jardín de los cerezos).
Recibieron sus espectáculos nominaciones y premios. Entre ellos: Florencio Sánchez 1995 por la dirección de Becket o el honor de Dios de J. Anouilt, los premios ACE y María Guerrero 1998 por la dirección de Marat-Sade de Peter Weiss, el premio ACE 1999 por la dirección de Los indios estaban cabreros de Agustín Cuzzani, el premio Estrella de mar 2001 por Canciones para mirar de María Elena Walsh y en el 2005 por El romance del Romeo y la Julieta.
Cursó las carreras de Actuación en la Escuela Nacional de Arte Dramático, Posgrado en la EMAD, talleres de actuación y de dirección de Augusto Fernándes, Maestría de dramaturgia del IUNA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario