viernes, 6 de octubre de 2017

SAN ISIDRO: EL PREMIO DE ARTES VISUALES KENNETH KEMBLE YA TIENE A SUS GANADORES

El concurso, que incentiva desde el ámbito institucional el desarrollo de la producción poética, artística, reflexiva y crítica, recibió 258 proyectos de todo el país.


Destinado a fomentar el desarrollo y producción de obras y proyectos, el Premio Artes Visuales Municipio de San Isidro “Kenneth Kemble” ya tiene a sus ganadores. El Gran Premio fue paraJuan Gugger por “Todo lo desvanecido ha sedimentado en las superficies”, Lucila Guerrero obtuvo el Premio Beca Residente por “Monumento Natural Municipal”, y Florencia Caiazza se llevó el Premio Beca Joven por “Cómo se afectan”.


El concurso, que incentiva desde el ámbito institucional el desarrollo de la producción poética, artística, reflexiva y crítica, recibió 258 proyectos de todo el país en una amplia gama de disciplinas, que fueron evaluados por el prestigioso jurado, integrado por Andrés Labaké, Eduardo Basualdo y María José Herrera.

“Muchas veces los artistas no concretan sus proyectos por falta de financiamiento, espacios de exhibición o del tiempo necesario que implica un trabajo de esta naturaleza. Este premio está para acompañar y dar oportunidades a todos esos artistas que desafían los límites y se enrolan en la exploración, el ensayo y el riesgo”, dijo Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro.

Más allá de sus 180.000 pesos en premios (100.000 para el primer premio y el resto dividido en partes iguales para los otros dos ganadores), una de las facetas más innovadoras del concurso gratuito son las tutorías profesionales que se ofrecerá a los ganadores, que deberán desarrollar sus trabajos hasta el 15 de mayo de 2018, y presentarlos y/o inaugurarlos en junio de ese año.

Gugger propuso una instalación de jaulas y cajas en materiales de construcción en cemento, en estrecha relación con el entorno. Materiales industriales, técnicas pictóricas que remiten al grafiti y piezas muy simbólicas en sintonía con el lenguaje de la urbanización forman parte del proyecto de este cordobés.

Caiazza y Guerrero comparten un enfoque similar: la investigación de campo como punto de partida. La primera, de Bahía Blanca y residente en Olivos, propuso una investigación escultórica instalativa en alguna dependencia municipal, que serviría de taller y lugar de exhibición de las piezas escultóricas que surgirán de la combinación de elementos como cemento y yeso, con otros anclados en el contexto de producción.

Guerrero, dedicada a la cerámica, hará un cruce de disciplinas a partir del inventario y recolección de especies vegetales de las áreas protegidas municipales, en la zona del Bosque Ribereño, que culminará con 100 piezas de cerámica planas, que en principio serán montadas sobre una pared.

El jurado destacó la cantidad y el nivel de los artistas y se enfocó en aquellas propuestas que tuvieran cierta permeabilidad y porosidad. “Buscamos proyectos que interpelen, interactúen con el público y construyan sentido, no objetos escultóricos sobre un pedestal distanciado de la mirada del otro y de su propio entorno”, dijo Labaké, a cargo de las tutorías.

Además de los premios mencionados, el concurso reconoció a Jimena Croceri y Laura Códega (Gran Premio), Mercedes Irisarri y Nicolás Pontón (Premio Beca Residente), Julián Matta y Valeria Vargas (propuesta conjunta), y Agustina Triquell (Premio Beca Joven). Todos ellos, en este orden de mérito, recibirán sus respectivas Menciones Honoríficas.






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