Las diferencias de un prolongado conflicto por la
instalación de UPM sigue marcando cierta distancia que va bastante más
allá de los 51 kilómetros que separan a ambas ciudades.
En esta temporada el tránsito por el puente San Martín
se ha visto incrementado por el atractivo de carnaval sumado a los
precios bajos.
Sin embargo, el intercambio claramente dejó de ser
aquel que se observaba una década atrás, cuando los argentinos colmaban
el camping de Las Cañas y se enorgullecían de "cruzar" a comer asado de
cordero y consumir las cerveza uruguayas junto a sus "hermanos" del otro
lado del río. En esa época los fraybentinos que andaban con mayor
comodidad por las calles de Gualeguaychú que en cualquier otra ciudad
uruguaya. Aunque existen cientos de excepciones, eso claramente ya no es
así.
"Este fin de semana cruzaron algunos autos, un ómnibus y
un remisse con gente de Río Negro y Soriano pero el tránsito vecinal no
se asemeja a las fronteras del norte", explicó a El País uno de los
funcionarios de Migración.
Ese mismo empleado reveló que en Fray Bentos muy poca
gente ha tramitado la tarjeta vecinal que permite a los ciudadanos
ribereños sortear las colas de vehículos. Este documento gratuito
exonera de pagar el permiso que se expide a los menores de edad cuando
solo viajan con uno de sus padres. Ni así, los fraybentinos se han
sentido motivados a cruzar masivamente.
El año pasado los precios bajos motivaron que se
corriera el comentario y mucha gente cruzaba a hacer el surtido, hasta
que se cortó con la medida de Aduana de aplicar el "cero kilo".
Restricciones.
El administrador de Aduana de Fray Bentos, Rolando
Hein, indicó que la orden "fue tratar de desestimular el pasaje de
bagayo que afecta al comercio local y en buena medida lo hemos logrado".
El contrabando hormiga "no es preocupante para Fray
Bentos, porque no es significativo como en otras fronteras pero ahora
incluso llevamos una planilla en la que documentamos a los vehículos que
les advertimos sobre la prohibición de comprar del otro lado".
"Lógicamente no podemos prohibirles que crucen y
decirles que no vayan. La gente tiene derecho de hacerlo con otros
fines", aclaró Hein.
Precios. Los funcionarios de Aduana Argentina tienen
otra visión en tanto perciben que el tránsito de uruguayos "se
incrementó a partir de que comenzó a convenirles el cambio".
Explicaron que prácticamente todas las cosas "están a
la mitad de precio y menos" como el caso de los comestibles y los
combustibles.
Algunas cifras ilustran con claridad meridiana la
contundente realidad de la frontera con Argentina. Mientras que en el
mercado comercial argentino la nafta súper se consigue por 11 pesos el
litro (cada peso argentino se paga en promedio $ 2 uruguayos) en Fray
Bentos, el mismo litro sale 42 pesos.
Lo mismo sucede con el gasoil que en Gualeguaychú se
compra a 18 uruguayos el litro, menos de la mitad de lo que sale en
Uruguay ($ 39.90 por litro).
La entrada al carnaval entrerriano, considerado el
mejor de Argentina y el tercero del mundo detrás de Río (Brasil) y
Venecia (Italia) se ha hecho algo sumamente accesible para quienes
deciden cruzar el "charco".
Hoy una entrada sale a razón de 60 pesos argentinos,
unos 120 uruguayos. Tan solo algunos años atrás una familia debía
pensar dos veces si podía disfrutar de este espectáculo único en la
zona.
Costanera.
Recorrer la costanera de la vecina ciudad
entrerriana y su zona adyacente, genera inexorablemente la reflexión de
que, Las Cañas en el rio Uruguay, con indiscutible mayor potencial, no
está explotado ni el 20% de lo que los argentinos desarrollaron el
angosto río Gualeguaychú. Paseos en embarcaciones de diferente tamaño,
terrazas construidas que invitan a disfrutarlas, paseos en aviones,
parapentes, música y mucha gente disfrutando de este curso de agua que
cruza por la ciudad hasta desembocar en el Uruguay.
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